Abraza la distancia

¿Qué es eso que nos aleja de los que queremos, que no nos permite tener a nuestro lado en los momentos que más les necesitamos? Una etapa nueva de nuestra vida comienza, solos, pero con uno mismo.

Es el momento de descubrir todos y cada uno de los problemas que han desaparecido gracias al contacto cercano constante.

¿Recuerdas aquel día que necesitabas salir porque las paredes se te caían encima, que te sentías oprimido en tu habitación o salón? Aquella vez te enfrentaste a una de esas situaciones que en la vida surgen sin avisar. Esa ansiedad que nos atrapa pero que, gracias a todas esas personas de nuestro entorno, logramos mitigar para seguir adelante.

«¡Este es el momento que estabas esperando!»…

Disfruta de tu soledad y descubre por qué las paredes parecen que no están fijas al suelo. Aunque parezca que todo el mundo avanza y se olvida de ti porque no estás cerca, recuerda un par de cosas, nunca estás solo y, todas esas personas que piensas que no están, están más cerca que nunca.

Es aburrido no poder quedar y tomar un vino como en otras ocasiones pero todos sabemos que existen los medios, siempre podemos coger un vuelo a lo loco y plantarnos un fin de semana junto a nuestros seres queridos. Existen medios más económicos también, abre skype, llama a esa persona especial con la que tantos buenos momentos has pasado, descorcha una botella de vino y a disfrutar de una velada junto a una pantalla. Es tedioso utilizar estos métodos pero, esas personas desean estar a tu lado tanto como tú, no lo olvides.

«La gente que te quiere, seguirá queriéndote y a la que no le importe mucho, pasará desapercibida bajo tu radar de soledad…»

Los mejores metales se forjan despacio, igual que las amistades, el tiempo y la distancia favorecen esa unión también. Sólo hay que luchar por lo que uno quiere y sin importar lo que suceda, seguir avanzando sin miedo a perderse uno mismo.

Son tiempos difíciles en los que la distancia separa a muchos de nosotros. Amigos, parejas, familias… no hay distinción entre unos y otros. Todos pertenecen a ese círculo interior en el que los sueños y alegrías tienen lugar, ese en el que guardamos nuestros mejores recuerdos. Y que al volver a revivirlos, nos damos cuenta de que el tiempo no ha pasado para ninguno, todo sigue igual, más canas y nuevas arrugas, pero al fin y al cabo, todo sigue igual.

«Todo sigue igual, pase lo que pase»…

Esta noche voy a descorchar una botella de mi mejor Edvard Grieg y brindaré al cielo escuchando un buen Protos Reserva, dedicado a todos aquellos que estemos de alguna forma, lejos de gente a la que queremos y no podemos abrazar cuando queramos.

– Imagen de Cabecera de: RHADS (Deviantart)