Felicidad, amor, odio, depresión… Hoy, mañana, el Lunes o dentro de un año. Algo en mi interior se siente distinto, pero ¿por qué? si hay un motivo me gustaría saberlo…
Frecuencias y energía, todos conocemos estas palabras, las hemos utilizado en distintos contextos. De una u otra forma sentimos energías y frecuencias de otras personas, sabemos cuando alguien nos produce una sensación de paz y cuando no, aunque esto se deba a muchos factores adicionales, existen casos en los que no hay un elemento característico con el cual justificar este sentimiento.
Efectivamente, energía y frecuencia, frecuencias y energía… Pensamientos, experiencias, todo fluye en una línea infinita en nuestro interior, un concepto empuja al otro y modifica cada día lo que sentimos, cómo percibimos las cosas… Demasiado complejo para explicar y más si es algo que ni yo tengo claro del todo.
Voy a centrarme en un concepto primero: La Energía
Todos sentimos la energía, de los demás y la nuestra. Podemos sentirla como un estado de ánimo, con el que enviamos señales al exterior. Siempre hablo del mismo concepto, pretendo convenceros de que somos antenas Wifi de emociones y de alguna forma, siento que así es, o al menos así lo siento en mi día a día. La unión con otras personas hace nuestra energía fluctúe, recibamos o entreguemos a otras personas una parte de nosotros mismos que poco a poco se volverá a llenar.
Esto es la energía para mi. Es un concepto extraño pero entendible en el fondo.
Por otro lado tenemos: Las Frecuencias, que de alguna forma se asemejan a la energía pero hay un elemento adicional que modifica la señal de nuestro estado de ánimo, el pensamiento. Todos conocemos el experimento de los tarros de arroz con etiquetas alegres y tristes que, pasado cierto tiempo, aparecen diferencias debido a la frecuencia en la que se mueven las ondas emitidas.
Podemos encontrar varios estudios y experimentos en los que algunos de los resultados son bastante impactantes. La frecuencia sonora que recibe el agua por ejemplo, al tocar una guitarra podemos sentir la vibración del agua ¿verdad? pero, ¿qué ocurre si el agua se congela mientras suena una nota musical? ¿y si suena otra distinta?
Estamos tratando con distintas frecuencias sonoras pero, ¿qué ocurriría si pasamos a la frecuencia del pensamiento? ¿Cómo afectan esas frecuencias al agua? Pues del mismo modo que nos afectan a los seres humanos.
Ejemplos del estudio del Dr. Masaru Emoto: 4 Fotos con mensajes:
Podemos observar que la idea del estudio es la misma que la de los tarros de arroz. Pero en este experimento, queda un poco más diferenciadas las distintas y posibilidades de frecuencias, igual que en a imagen de las notas musicales, cada frecuencia, como es de esperar, afecta de diferente forma a todos los objetos.
«¿Podrías repetirme eso que nos decían en el cole, de que somos un 70% agua?»…
No puedo confirmar esta teoría pero del mismo modo que un pensamiento afecta a la forma que se ordenan las partículas del agua al congelarse, también afecta al resto de personas, no sabemos por qué, pero y si esa parte de nuestro cuerpo compuesta de agua es la que nos transmite ese bienestar o malestar que recibe de las frecuencias externas…
Da que pensar…
#escritodeltirónysincorrección
«Your Vibe attracts your Tribe»…
– Imagen de Cabecera de: Ryky (Deviantart)
Interesante y «científico» punto de vista sobre estados de ánimo 🙂
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